domingo, 28 de septiembre de 2008

Problema e Interés.

El problema de las competencias profesionales es definido según los intereses particulares de los agentes que creen tener el derecho de orientar el sentido de la definición.
Hoy, para las EPSA, Empresas Prestadoras de Servicios Arquitectónicos, es más rentable utilizar arquitectos en empleos precarios, contratados a término fijo o a destajo, para el desempeño de las profesiones auxiliares de la arquitectura: delineantes, digitadores, decoradores de interiores, técnicos en administración de obra y constructores de acabados arquitectónicos, vendedores de finca raíz y materiales. Es así que las EPSA definen el problema de las competencias profesionales según el perfil de los instrumentos que desean utilizar, “El problema de los profesionales de la arquitectura es que no son técnicos auxiliares de la arquitectura” y piden degradar los programas de las universidades para convertirlas en institutos tecnológicos; carreras de menos semestres en las aulas y más semestres en las obras. Menos ciencia, teoría y arte, a cambio de más servicio obligatorio en obra.
Hoy, para la academia la experiencia es la realización verdadera de la ciencia, la teoría y el arte; no la práctica repetitiva, ciega, sorda y muda de la arquitectura enajenada.
Para la academia el problema de las competencias profesionales es definido según los intereses cognitivos de los estudiantes que se comprometió a formar según la Visión y Misión de la Universidad como Profesionales Integrales. Es así que para la academia el problema de las competencias profesionales de los arquitectos es “¿Cómo hacer para que todo arquitecto logre el pleno desarrollo de las competencias interpretativas, argumentativas, propositivas y proyectuales, que requiere una verdadera práctica profesional?”

1 comentario:

César Ricardo dijo...

Agradezco a nuestro colega Saul, por la apertura en este medio, de un diálogo que hoy como en un foro abierto nos llevará a concluir y a aceptar cada uno de los comentarios expuestos por quienes en él participen. Estar o no de acuerdo con cada afirmación, es tan subjetivo como la belleza misma en la arquitectura.
Por esto como un espectador de un evento deportivo o taurino ver la acción ocurrida desde la barrera será interesante, pues cada quien al igual que el comentarista deportivo, tendrá su propia apreciación de la jugada; comparto así su apuesta en su planteamiento inicial "es definido según los intereses particulares de los agentes que creen tener el derecho de orientar el sentido de la definición".

Respondiendo a su pregunta “¿Cómo hacer para que todo arquitecto logre el pleno desarrollo de las competencias interpretativas, argumentativas, propositivas y proyectuales, que requiere una verdadera práctica profesional?”:

Pueden acaso servir de argumentos clasificadores, los años de experiencia y la cantidad de profesionales egresados de una institución probados en sus sitios de trabajo durante las últimas décadas? es posible que su formación integral la hubiese forjado un solo ente institucional, o como hoy se atribuyen los agentes de los primeros años de formación (grados desde caminadores a transición) "los valores del ser humano son inculcados en este proceso"... Vaya lio encontrar un verdadero culpable.

En todo caso es difícil encontrar y generalizar dichas causas para tales efectos, sinembargo, me atrevo a sugerir sin estar de acuerdo con A.L. (Pelota de letras) que a cada generación ha tenido sus influencias (la letra con sangre entra; si la calificación numérica es... , se logró o no) y nuestros antepasados inmediatos o contemporáneos lo han aportado.

Hoy los sentimientos percibidos en lo que he experimentado en mis doce años de docencia, comparando los diferentes grupos al pasar de los años, resumen: que el sentido de responsabilidad por parte de los alumnos se ha venido perdiendo,
los factores pueden ser variados. Sin ánimo de polemizar, arrojo este sentir por mi detectado.
Sumado a éste he notado en el estudiante, un hábil manejo de los mecanismos estatutarios de los cuáles, éste vale para favorecer sus intereses particulares.

En la elaboración de todo producto, debe existir una prueba real de calidad la cual debe arrojar un resultado certero e inmediato, No planteo las pruebas de estado, como la solución, y menos la clasificación de perfiles profesionales que negarían la definición de profesional integral. El Arquitecto es y debe seguir siendo eje principal; y su integral desempeño que es propio de su ser creador debe estar presente acompañando cada proceso del proyecto.

En lo particular del tema y a la pregunta, "Nuestra Facultad de Arquitectura" ofrece en su pensum instrucciones particulares a cada una de las competencias planteadas. Yo diria que el efecto inductor se logra, pero el de permanencia que hace parte del producto instruido debe ser reforzado con insistencia, a traves de mecanismos de exigensia apoyada.