sábado, 27 de septiembre de 2008

Para Comenzar

Es claro que la convocatoria al IV SEMINARIO INTERNACIONAL DE ARQUITECTURA despierta un legítimo interés de conocimiento. Pero, ¿Qué tipo de interés? ¿Interés técnico? ¿Interés práctico social? ¿Interés emancipatorio? En el ámbito académico se justifican los tres. Pero, los dos primeros tienen sus propios espacios de realización dentro del programa académico de todas las facultades de arquitectura.
El interés técnico se orienta al conocimiento de las aplicaciones de las ciencias y el arte del diseño en la producción de objetos arquitectónicos y urbanos. El interés práctico social se centra en el conocimiento de las ciencias históricas y hermenéuticas y las teorías de la arquitectura y el urbanismo que han determinado lo construido. Pero es el interés emancipatorio el que cambia el referente, el que pasa de los objetos arquitectónicos y urbanos a los sujetos que crean el espacio vital, en el mismo proceso en que crean sus condiciones de vida y se construyen así mismos, enajenándose o emancipándose, de todo lo que les impide ser hombres y ser arquitectos. Esto hace de las competencias un asunto problemático, pues las competencias que pide el mercado son distintas a las capacidades humanas que requiere el contexto histórico para su transformación y la emancipación de la arquitectura y del arquitecto mismo.
Las competencias profesionales del arquitecto fueron definidas hace poco como capacidades en contexto: Interpretativa, Argumentativa, propositiva y proyectual. La competencia Proyectual se desarrolla en los talleres y se puede evaluar por los productos de diseño elaborados. Pero las competencias Interpretativa, Argumentativa y propositiva no han logrado el mismo grado de desarrollo y esto se manifiesta en los diálogos profesor – alumno, alumno – alumno y profesor – profesor. Las facultades de arquitectura son los espacios de la dialéctica detenida. Y éste es el problema de la educación en una sociedad que calla y solo interactúa de forma violenta.
El IV CONGRESO INTERNACIONAL DE ARQUITECTURA puede ser el espacio para una reflexión sobre los límites y posibilidades de nuestras propias capacidades, una ontología de nosotros mismos.

1 comentario:

sarceron dijo...

Agradezco a nuestro colega Saul, por la apertura en este medio, de un diálogo que hoy como en un foro abierto nos llevará a concluir y a aceptar cada uno de los comentarios expuestos por quienes en él participen. Estar o no de acuerdo con cada afirmación, es tan subjetivo como la belleza misma en la arquitectura.
Por esto como un espectador de un evento deportivo o taurino ver la acción ocurrida desde la barrera será interesante, pues cada quien al igual que el comentarista deportivo, tendrá su propia apreciación de la jugada; comparto así su apuesta en su planteamiento inicial "es definido según los intereses particulares de los agentes que creen tener el derecho de orientar el sentido de la definición".

Respondiendo a su pregunta “¿Cómo hacer para que todo arquitecto logre el pleno desarrollo de las competencias interpretativas, argumentativas, propositivas y proyectuales, que requiere una verdadera práctica profesional?”:

Pueden acaso servir de argumentos clasificadores, los años de experiencia y la cantidad de profesionales egresados de una institución probados en sus sitios de trabajo durante las últimas décadas? es posible que su formación integral la hubiese forjado un solo ente institucional, o como hoy se atribuyen los agentes de los primeros años de formación (grados desde caminadores a transición) "los valores del ser humano son inculcados en este proceso"... Vaya lio encontrar un verdadero culpable.

En todo caso es difícil encontrar y generalizar dichas causas para tales efectos, sinembargo, me atrevo a sugerir sin estar de acuerdo con A.L. (Pelota de letras) que a cada generación ha tenido sus influencias (la letra con sangre entra; si la calificación numérica es... , se logró o no) y nuestros antepasados inmediatos o contemporáneos lo han aportado.

Hoy los sentimientos percibidos en lo que he experimentado en mis doce años de docencia, comparando los diferentes grupos al pasar de los años, resumen: que el sentido de responsabilidad por parte de los alumnos se ha venido perdiendo,
los factores pueden ser variados. Sin ánimo de polemizar, arrojo este sentir por mi detectado.
Sumado a éste he notado en el estudiante, un hábil manejo de los mecanismos estatutarios de los cuáles, éste vale para favorecer sus intereses particulares.

En la elaboración de todo producto, debe existir una prueba real de calidad la cual debe arrojar un resultado certero e inmediato, No planteo las pruebas de estado, como la solución, y menos la clasificación de perfiles profesionales que negarían la definición de profesional integral. El Arquitecto es y debe seguir siendo eje principal; y su integral desempeño que es propio de su ser creador debe estar presente acompañando cada proceso del proyecto.

En lo particular del tema y a la pregunta, "Nuestra Facultad de Arquitectura" ofrece en su pensum instrucciones particulares a cada una de las competencias planteadas. Yo diria que el efecto inductor se logra, pero el de permanencia que hace parte del producto instruido debe ser reforzado con insistencia, a traves de mecanismos de exigensia apoyada.